Ivan Silva el senador de la provincia de La Romana por el partido Revolucionario Moderno se cambia de barco y regresa a su antiguo partido, el Partido Revolucionario Dominicano comandado por su presidente Miguel Vargas Maldonado.
Hoy con mucha responsabilidad y compromiso, y en base a mis valores éticos y democráticos, los cuales quienes me conocen saben que me caracterizan he decido regresar al Partido Revolucionario Dominicano (PRD ) pues tengo firmes mis principios, alineados siempre desde mis inicios a la misión y visión del Doctor José Francisco Peña Gómez, un líder que ejercía la política, entendida como la conciencia y el arte que se encargan de darle respuesta al problema más complejo que tiene todo ser humano, que es vivir
Un dirigente que se ocupaba de la gente hasta su muerte, por buscar soluciones a los problemas que los dominicanos tenían, para una tarea política que, nunca necesitó un cargo público; ni mucho menos un salario.
Sigo y seguiré el resto de mis días sus huellas, gloriosas ancladas en la libertad, el respeto a la ley, el orden público y la igualdad de oportunidades.
Uso debidamente dos palabras inmortales, “Primero la Gente”: el gran emblema de su visión y misión política y vocación democrática. Nunca fue una consigna, sino el verso más sublime que describe su laico apostolado político.
Sigo y seguiré el resto de mis días las huellas gloriosas de Jose Francisco Peña Gomez, ancladas en la libertad, el respeto a la ley, el orden público y la igualdad de oportunidades.
Soy Senador de la República por la Provincia de la Romana, en la boleta de un partido que se define como peñagomista y de la internacional socialista, sin que, hasta la fecha haya logrado cerrar el enorme enigma que me embarga, esa brecha entre nuestra verdadera responsabilidad política,democrática y social, y lo que la gente de mi país y de mi pueblo espera de nosotros y el poder que ellos entienden que podemos disponer para la solución de sus problemas, pero peor aún, si ese partido preside un gobierno derrochador de fondos públicos gigante, lerdo en atender reclamos, torpe en sus decisiones y débil en sus instalaciones.
Y esa es la verdadera razón, que me llevo a tomar esta decisión, regresar a esta organización inspirados en la historia y la memoria que, a pesar de la ferocidad de los grupos hegemónicos en querer eliminar, sigue teniendo el Partido Revolucionario Dominicano.
Concentremos nuestras energías en el bien común, como lo hacía Peña Gómez,
¡Que Viva José Francisco Peña Gómez!
Fuente: Partido Revolucionario Dominicano/ Ivan Silva