Proyecto de seguridad alimentaria desarrollado por el subdirector ejecutivo de inespre, Benigno Encarnacion Mesa
Santo Domingo.-Ante el preocupante panorama que se ha estado gestando en la República Dominicana alrededor de los precios de los productos de la canasta básica y de los insumos a nivel internacional, se hace imperiosa la necesidad de medidas tendentes a enfrentar lo que a todas luces parece la incubación de un proceso inflacionario, que pudiera comprometer la delicada situación de amplios sectores de la población dominicana, situados en la franja de mayor vulnerabilidad social, situación que pudiera comprometer la gobernabilidad política del país, independientemente del grado de aceptación de que goza el presidente Luis Abinader en la conducción del Estado.
Para poner en contexto el escenario actual, debemos señalar que, el tema de seguridad alimentaria y nutrición viene marcando la agenda mundial, dado los efectos negativos de la pandemia del Covid-19, que han derivado en alza de precios de los alimentos que consume la población qué, unido al alza de precios de los hidrocarburos en los mercados internacionales, han generado incrementos sustanciales e inquietantes en los precios de la canasta básica familiar afectando a nuestros consumidores más desfavorecidos y vulnerables.
Ante la gravedad de la situación, que amenaza los avances y el clima de confianza propiciado por el gobierno del cambio a casi un año de instalación, este equipo técnico agropecuario sugiere la adopción de medidas integrales para superar el proceso ascendente de elevación de los precios de los productos de consumo masivo, que han impactado negativamente en la capacidad de acceso de nuestras poblaciones pobres. Entendemos que, el fenómeno del alza de los precios de los alimentos básicos debe ser en este momento la preocupación principal del gobierno.
Visto el escenario inflacionario y especulativo que se ha venido configurando, entendemos que se deben ejecutar medidas inmediatas dirigidas principalmente al fortalecimiento de la producción agropecuaria, a la ampliación de los programas de protección social, así como el funcionamiento de canales alternos de acceso a los alimentos, focalizados en la población señalada en el mapa de pobreza del país, como respuesta ágil y contundente al alza generalizada del costo de la canasta básica de mercado y particularmente de la alimentaria en la medida en que, los cambios observados en los precios de los alimentos de mayor consumo impactan especialmente a poblaciones que se encuentra en vulnerabilidad alimentaria.
Ante la realidad de que existen grupos de población en el país cuyo consumo de alimentos está puesto en riesgo por esta coyuntura, entre éstos: los pobres urbanos, los productores de subsistencia, los jornaleros pobres, y los pobres rurales no agropecuarios. En la mayoría de casos, dichas familias compran más del 80% de sus alimentos, es decir, que los gastos alimentarios representan una proporción significativa de los gastos del hogar, situándose en alrededor de más del 55% para los más pobres.
Para paliar la situación alimentaria, el gobierno dominicano debe rápidamente diseñar y ejecutar la ampliación de programas de ayuda alimentaria en todo el pais.
La situación descrita significa, entonces, que estos hogares pobres de la Rep. Dominicana, tienen un margen reducido para ajustar sus otros gastos cuando los precios de alimentos aumentan. En base a los análisis económicos de las agencias internacionales en estas coyunturas inflacionarias, generalmente la respuesta de los hogares al aumento de precios, entre las familias más pobres, reduce el consumo de alimentos.
Para paliar dicha situación, el gobierno dominicano debe rápidamente diseñar y ejecutar la ampliación de programas de ayuda alimentaria, en muchos casos relacionados con los programas de desayuno escolar y aplicar mecanismo de transferencias monetarias directas, que permitan en una alianza entre las federaciones de detallistas y las asociaciones de productores agrícolas y de productos agroindustriales del país, suplir semanalmente a las familias desfavorecidas de una canasta básica a retirar en los colmados mediante tarjetas, utilizando la base de datos del programa solidaridad .
El gobierno dominicano debe aplicar medidas de política económica de emergencia frente a la escasez de alimentos y alza en los precios, estructurando programas de corto plazo para aumentar la producción agropecuaria y el apoyo directo a familias en pobreza extrema, severa y media.
Dado que los granos básicos, los huevos y la carne de pollo constituyen la base alimenticia en los hogares de menores ingresos; estos a su vez generan alrededor del 40% del valor de la producción agropecuaria nacional; y su producción es fuente de ingresos para millares de pequeños productores que dependen de esa actividad. El apoyo a los productores arriba mencionados a través de un programa de subvenciones donde estén aliados pequeños productores y el comercio detallista organizado que incide en los barrios más populosos y vulnerables constituye la salida más efectiva para brindar seguridad alimentaria y asegurar la gobernabilidad ante las presiones inflacionarias generadas por factores externos que controlamos, pero que, con programas debidamente focalizados en los beneficiarios potenciales, como el arriba propuesto, estamos seguros que estaríamos llevando el sosiego a la familia dominicana y la estabilidad necesaria para seguir avanzando, pero pensando primero en la gente.
Fuente: Equipo de prensa del subdirector Benigno Encarnacion